La colonoscopia es un método seguro y eficaz de examinar todo el revestimiento del colon y el recto, y también, si es necesario, la parte final del intestino delgado (íleon terminal), por medio de un instrumento tubular largo y flexible llamado colonoscopio.
La mayorías de las colonoscopias se hacen de manera ambulatoria con un mínimo de incomodidad y molestias gracias a la anestesia.
Beneficios:
- Identificar y/o corregir problemas en el colon.
- Resolución de enfermedades como resección de pólipos.
- Diagnóstico y control de enfermedades inflamatorias intestinales tales como la enfermedad de Crohn o la colitis ulcerosa.
- Toma de muestra, tejidos o biopsias.
Preparación:
- Para obtener los beneficios completos del examen, el colon tiene que estar limpio y no debe contener heces. Involucra tomar una solución, la cual limpia el colon, o tomar laxantes y enemas. Generalmente el paciente toma líquidos transparentes y no come comidas sólidas por un día antes del examen.
- El médico le aconseja al paciente acerca de la utilización de medicinas regulares durante ese tiempo.
El procedimiento tarda 15 a 30 minutos y ya que el paciente está sedado, normalmente no se acuerda de ello. Después, el paciente va al área de recuperación para que sus signos vitales estén monitoreados hasta que esté completamente despierto. Es normal experimentar retorcijones leves o presión en el abdomen después del examen. Normalmente esto se disminuye en una hora.